Receta: Puré de zanahoria

Ingredientes

  • 2 patatas
  • 500 g de zanahorias
  • 2 puerros
  • 1 nabo
  • 1 l de caldo de cocido
  • vino blanco
  • sal

Elaboración
Los purés de verduras son platos particularmente ricos en nutrientes y tan fáciles de comer y de digerir que resultan muy útiles para proporcionar una alimentación sana y nutritiva tanto a los niños como a los ancianos. Además, presentan la ventaja de que pueden tomarse fríos o calientes de acuerdo con la estación del año.
En una cazuela grande, calentar el caldo de cocido y, cuando rompa a hervir, verter todas las verduras previamente lavadas, peladas y cortadas en trozos. Dejar que se cuezan bien todas las verduras y añadir el chorrito de vino. Dejar al fuego 5 minutos más.
Poner un pasapurés encima de otra cazuela y pasar por él las verduras ya cocidas, añadiendo caldo hasta que el puré adquiera el grado de espesor deseado. Cuando estén las verduras pasadas, se calienta el puré y se rectifica de sal. Se puede servir con un poco de perejil picado por encima y acompañado de unos picatostes fritos, o bien adornado con una zanahoria partida por la mitad. Las posibles variaciones son casi infinitas, ya que la zanahoria combina bien con casi todas las verduras, de modo que pueden mezclarse al gusto de los comensales.

Esta receta ha sido ofrecida por Signo Editores y forma parte de la colección de cocina que ha sido recientemente publicada por nuestra editorial. Más información en nuestra web.

El Kaitenzushi

La receta original del sushi implica que tras salar y secar las piezas de pescado, estas sean fermentadas para poder conservarse hasta por un periodo de seis meses o más. Esto indica que en un inicio la importancia de este platillo radicaba en el tiempo de conservación del alimento, más que en su sabor.

Tras los años, el tiempo de fermentación se fue reduciendo y se le agregaron nuevos ingredientes, como el arroz, lo que influyó en el incremento de la variedad de sushis; asimismo, esto provocó su popularización.

El kaitenzushi es un tipo de restaurante que tiene como característica principal una banda giratoria donde circulan los sushis a elegir, así como bebidas, postres, sopas y otros alimentos. Los clientes toman de ella lo que desean comer sin necesidad de hacer una orden y esperar a que los platillos estén listos y servidos en su mesa.

De hecho, este fue el motivo principal por el cual surgió este concepto: un lugar donde comer de manera rápida dirigido a gente sin tiempo para hacer sobremesa. Los primeros restaurantes de este tipo se abrieron en Japón pero, tras el auge de su popularidad a partir del año de 1990, no tardaron en llegar a Europa o América, donde le dieron un nuevo “aire” a la comida japonesa.

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Autor: www.resto-in.es

Cómo hacer glasé real

Uno de los dulces favoritos para muchos es el glasé real, gracias a esta sabrosura puedes conseguir que tus obras culinarias en la cocina estén especialmente buenas, tengan éxito y todos quieran repetir.

Básicamente, el glasé real está compuesto por una serie de ingredientes básicos fáciles de conseguir y de mezclar entre sí: jugo de limón, algo de azúcar (del tipo molido en polvo), claras de huevo y en caso de que quieras conseguir un efecto visual especial también puedes añadir algo de colorante (preferentemente usa natural).

Cómo preparar glasé real

Una vez que tenemos claro los ingredientes que vamos a utilizar, solo tienes que seguir estos sencillos pasos.

Antes de comenzar, puedes pensar en sumergir el huevo durante unos segundos en agua hirviendo para que no esté crudo, solo algo de tiempo para que no se cuaje.

1. En primer lugar echamos mano de la clara de huevo. Un solo huevo será suficiente para nuestro ejemplo. Añade algo de jugo de limón y mézclalo todo bien. Utiliza una herramienta para batir o, si tienes a mano, una batidora eléctrica para terminar antes.

2. Ve aplicando algo de azúcar mientras vas mezclando en pequeñas cantidades.

3. Sigue batiendo hasta que consigas que no se vean grumos ni burbujas, el resultado tiene que quedar con una textura similar a un puré no demasiado denso.

4. En el caso de que quieras conseguir glasé real en varios colores este es el momento de añadir el colorante que quieras.

5. Una vez que hayas terminado con el proceso, ya está listo para aplicarse allá donde quieras. Puedes usarlo como relleno o aplicarlo sobre galletas o dulces para conseguir más sabor y más efecto visual. Aquí el límite es la imaginación, puedes aplicar el glasé dibujando líneas, puntos o, si tienes espacio suficiente, incluso algunas letras sobre una tarta.

¿Cómo hacer panqueques?

Hola, contribuyo aquí con una receta para todos aquellos que estén interesados en cocinar panqueques rellenos o no según el gusto del consumidor (y del que cocina, claro). Lo primero que diremos es que preparar unos panqueques no requiere de mucho tiempo, apenas entre 10 y 20 minutos serán suficientes según la habilidad de cada uno y la velocidad con la que se mueva en la cocina.

Para empezar necesitarás unos ingredientes que ya de seguro los tienes en la cocina de tu casa y no tendrás que ir a buscarlos a una tienda:

Huevos
Harina
Leche
Aceite
Azúcar
Sal

Con estos ingredientes básicos podemos preparar lo que es el panqueque, luego tú puedes decorarlo por fuera como más te guste o añadir un relleno.

Cómo preparar los panqueques

– En primer lugar, iremos a por los huevos (puedes empezar por 2 de ellos) y la leche. Mezcla ambos ingredientes y bátelo bien. En este punto también puedes añadir algo de mantequilla, a gusto de cada uno.
– Para continuar, añade algo de harina (como una taza) y una cucharada de aceite y mézclalo todo. Al final tiene que quedarte una pasta o masa que es la que nos servirá como base para los panqueques.

Con estos dos pasos ya tienes la masa básica. Ahora esta masa te sirve para ir al siguiente paso:

– Añade algo de aceite a una sartén pequeña y ponla a calentar. Cuando el aceite esté caliente añade la masa que preparamos anteriormente de forma que se extienda por el interior de la sartén. De esta manera preparamos lo que sería una torta.

Cuando la torta esté dorada por un lado le puedes dar la vuelta para prepararla por el otro lado también. De todo el proceso éste puede ser el más difícil de todos, porque requiere algo de habilidad, aunque aquí la experiencia te acabará diciendo cuál es la mejor manera (prueba con algún tenedor, una espátula o similar).

Una vez que esté listo solo tienes que retirarlo de la sartén, esperar que se enfríe un poco y añadir los ingredientes que quieras para darle sabor, desde

Cómo hacer polenta de forma casera

La polenta es un plato tradicional que puede prepararse de diferentes formas, la puedes encontrar con queso, con harina y con otros ingredientes. Aquí vamos a ver cómo puedes preparar una polenta concreta, aunque luego puedes echarle imaginación y substituir unos ingredientes por otros para conseguir más sabores diferentes.

En primer lugar, los ingredientes que vas a necesitar son bastante habituales de encontrar en cualquier cocina y, además, bastante baratos:

– Agua
– Leche
– Sal
– Harina de maíz
– Salvia seca
– Romero fresco
– Queso
– Ajo
– Mantequilla

En primer lugar, puedes empezar con añadir a una olla dos tazas de agua, media taza de leche y algo de sal. Caliéntalo todo mientras vas removiendo para que se mezcle bien. Si es posible, mejor utiliza una cuchara de madera en lugar de una metálica.

Una vez que tienes la mezcla anterior preparada y caliente espera a que comience a hervir, justo en ese momento añade harina de maíz mientras vas removiendo para que se forme una masa.

Una vez que tienes la masa preparada baja la intensidad del fuego de la cocina y sigue removiendo mientras añades la salvia seca y el romero fresco. Mantente removiéndolo todo durante unos 10 o 12 minutos.

Para terminar, añade ajo, mantequilla y queso. Remueve hasta que todo se funda y quede una masa.

Puedes servirla fría o caliente, como te guste más, frita o a la plancha. En general se puede servir como base o guarnición para otros platos o como entrante.

La polenta sobrante puede guardarse en un recipiente de cristal en frigorífico.

Cómo preparar almíbar en casa fácilmente

El almíbar se utiliza en la cocina básicamente para edulcorar alimentos, sobre todo postres y también para conservar frutas. Se puede decir que no es más que un jarabe conseguido con agua y azúcar, aunque veremos que también puedes añadir algún ingrediente extra según el resultado que quieras conseguir.

¿Cómo se hace el almíbar para postres y demás usos?

Ingredientes:
Azúcar
Agua

Ingredientes opcionales:
Jugo de limón
Canela
Semillas de anís

En primer lugar, lo que tienes que hacer es echar en un recipiente una taza de agua a temperatura ambiente. Luego añade como media taza de azúcar y el resto de ingredientes opcionales que quieras: un chorro de limón, la canela y/o las semillas de anís.

Estos ingredientes opcionales que se añaden al agua y al azúcar te darán sabores ligeramente diferentes, así que utilizarlos o no dependen del gusto de cada uno. Puedes hacer pruebas hasta encontrar el sabor que más te guste, pero recuerda que la base de todo para conseguir el almíbar es el agua con el azúcar.

Una vez que tienes mezclados los ingredientes ponlo todo a calentar durante 10 o 15 minutos a medio fuego con cuidado de no remover con cuchara, simplemente deja que se caliente.

Si has aplicado canela y semillas de anís, seguramente tendrás que colar el resultado antes de que se enfríe, porque una vez que la temperatura baja el almíbar se volverá más espeso.

Si quieres conseguir cantidades más grandes solo tienes que recordar la proporción: 1 taza de agua y media de azúcar.

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Cómo preparar merengue italiano

El merengue italiano es un postre ideal para tomar solo o para acompañar a postres y meriendas, además es muy sencillo de preparar en la cocina y no requiere que le eches demasiado tiempo. Veremos aquí los pasos que tienes que dar uno por uno.

Ingredientes:
– Agua
– Azúcar
– Huevos

Preparación:
En primer lugar vamos a preparar algo de almíbar utilizando algunos de los ingredientes que hemos mencionado en el punto anterior. Para ello lo único que tienes que hacer es verter en un cazo una taza de agua y varias cucharadas de azúcar. El azúcar y el agua deben estar más o menos en la misma proporción, por ejemplo media taza y media taza. Si quieres añadir más agua añade también más azúcar para que la proporción se mantenga.

Pon la mezcla en el fuego y espera a que se caliente y entre en ebullición. Una vez que hierva espera unos 10 o 15 minutos.

Una vez que tienes la mezcla preparada y caliente, coge cuatro huevos y separa las claras. En nuestro ejemplo utilizamos 4 huevos, pero siempre puedes mantener una relación de una parte de clara por dos de azúcar. Bátelas un poco para que crezca y se vuelva espumosa. Aquí puedes añadir unas gotas de limón.

Una vez que tienes lista las claras, solo tienes que ir vertiéndolas sobre el agua con azúcar caliente. No lo hagas de golpe, sino poco a poco, ve añadiendo las claras muy despacio mientras vas batiendo el agua, que se forme un hilo mientras cae la clara.

El resultado tiene que tener una textura bastante firme, si no te queda así puedes echarle algo de azúcar impalpable (en polvo) que se pueda espolvorear por encima para darle más consistencia. Al final debe quedarte un merengue que puedes utilizar con tus postres, eso si resistes la tentación de zampártelo directamente con una cuchara.

Beneficios del ajonjolí o sésamo

El ajonjolí o sésamo es uno de esos alimentos que vienen cargados de propiedades saludables que, en la mayoría de las ocasiones, pasan desapercibidas. Puedes encontrarlo en forma de semillas o preparado como un aceite, pero en cualquier caso encontrarás que esconde unas propiedades sanas que vamos a comentar a continuación.

Básicamente, las propiedades del ajonjolí o sésamo pasan por mejorar el estado físico y mental, ayudar con las pérdidas de memoria, la depresión, el insomnio y otros problemas relacionados con lo psicológico gracias a su poder relajante.

Además de eso, también el ajonjolí viene cargado con algunos minerales y vitaminas como calcio y hierro, estos últimos son responsables de la sensación de mejora física y, además, sirven para luchar contra problemas óseos y anemia.

Otra propiedad interesante del ajonjolí o sésamo es su capacidad para reducir los niveles de colesterol gracias a que contiene ácidos grasos como omega 3 y omega 6.

Por si fuera poco, el ajonjolí viene con un alto contenido en fibra, así que puede servirte para mejorar la regulación del flujo intestinal y prevenir algunas enfermedades.

En general, puedes encontrar que se utiliza el ajonjolí o sésamo para:
– Mejorar el estado físico o ayudar a aguantar ejercicio extra.
– Durante exámenes y situaciones que requieran mayor concentración mental.
– Estados depresivos, de irritación, insomnio, depresión, falta de memoria y agotamiento.
– Pérdida del cabello, debilidad ósea, problemas de caries y encías.
– Problemas circulatorios relacionados con el colresterol.
– Irregularidades menstruales
– Incluso también hay quien lo utiliza como afrodisiaco y ayudar a mantener la actividad física que requiere un encuentro sexual.

Como contraindicación, no deberían de consumir ajonjolí o sésamo las personas que sufran diarrea y, obviamente, las personas alergias al sésamo, aunque en este último caso encuentras también un tipo de sésamo purificado que evita que pueda causar alergias.

Ajonjolí o sésamo a lo largo de la Historia

Desde tiempos inmemoriables el sésamo o ajonjolí se ha utilizado tanto como ingrediente para comidas como para fines medicinales.

En la España del siglo XVII ya se utilizada incluso para quitar manchas y cicatrices en la piel, mejorar el estómago, contra el dolor, contra los pitidos en los oídos, asperezas en la garganta, aclaración de la voz entre otras.

En la cocina oriental puedes encontrar múltiples platos tradicionales que utilizan sésamo o ajonjolí como ingrediente.

En la cultura de La India, el sésamo es símbolo de la inmortalidad y se utiliza el ritos religiosos.

Cómo consumir ajonjolí

El ajonjolí puede encontrarse de forma natural como una semilla, pero a la hora de comerlo puedes añadirlo a postres y yogures para hacerlos más saludables.

También puedes encontrar en tiendas pasta de ajonjolí, preparado de manera que puedas untarlo en sandwiches y bocadillos o como acompañamiento en platos de comida.

Igualmente puedes encontrar sal de ajonjolí ideada para darle sabor a los platos que prepares.

Carne de soya

CARNE DE SOYA O CARNE VEGETAL

La saludable Carne de Soya, también llamada carne vegetal, al igual que otros sucedáneos cárnicos, es una alternativa saludable a la proteína animal, grasa saturadas y colesterol, presentes en las carnes rojas, salchichas y embutidos. La carne de soya contiene además varios componentes de reconocida actividad anticancerígena.

Propiedades de la carne vegetal

Conocida también por el nombre de «proteína vegetal texturizada» (TPV), la soya, en su forma de carne vegetal, reemplaza completamente a la carne de origen animal; siendo similar en aspecto, pero superior en calidad.

Su origen está en el Poroto de Soya, del cual se ha extraido el Aceite de Soya, obtieniendo una Harina Desgrasada (procesada y secada), de textura esponjosa similar a la de la carne de origen animal, siendo rica en proteína, hierro, calcio, zinc, fibra.

De hecho, a igual cantidad, esta forma de soya contiene el doble de proteínas que la carne animal, cuatro veces las proteínas de los huevos y doce veces las proteínas de la leche.

Posee vitaminas A, E, F y grupo B (tianina, riboflavina y niacina). Contiene minerales como fósforo, calcio, magnesio, hierro y cobre, siendo rica en leticina, la cual ayuda asimilación de las vitaminas. Es además muy beneficiosa para prevenir el estreñimiento, gracias a su porcentaje de fibras.

Preparación

Puede utilizarse en diversas recetas como salsa bolognesa para espaghetis, lasagna, tacos, pizza, guisos, panqueques, etc. Si no te acostumbras, incluso puedes mezclarla con la de origen animal y así paulatinamente, no percibirás la diferencia.

En su preparación se mezcla 1 taza del producto en 2 tazas de agua agua o caldo y se deja en remojo por unos 10 minutos, después se cuela y se pasa por el chorro de agua apretándola hasta que el agua salga transparente y escurra todo el líquido no absorvido. Luego se deja secar para finalmente incorporarla a diferentes recetas, ya que se puede puede freir, cocer u hornear o condimentar a gusto.

Recetas con carne de soya:

Hamburguesas
Albóndigas
Salchichas
Seviche
Tortas