Cómo hacer polenta de forma casera

La polenta es un plato tradicional que puede prepararse de diferentes formas, la puedes encontrar con queso, con harina y con otros ingredientes. Aquí vamos a ver cómo puedes preparar una polenta concreta, aunque luego puedes echarle imaginación y substituir unos ingredientes por otros para conseguir más sabores diferentes.

En primer lugar, los ingredientes que vas a necesitar son bastante habituales de encontrar en cualquier cocina y, además, bastante baratos:

– Agua
– Leche
– Sal
– Harina de maíz
– Salvia seca
– Romero fresco
– Queso
– Ajo
– Mantequilla

En primer lugar, puedes empezar con añadir a una olla dos tazas de agua, media taza de leche y algo de sal. Caliéntalo todo mientras vas removiendo para que se mezcle bien. Si es posible, mejor utiliza una cuchara de madera en lugar de una metálica.

Una vez que tienes la mezcla anterior preparada y caliente espera a que comience a hervir, justo en ese momento añade harina de maíz mientras vas removiendo para que se forme una masa.

Una vez que tienes la masa preparada baja la intensidad del fuego de la cocina y sigue removiendo mientras añades la salvia seca y el romero fresco. Mantente removiéndolo todo durante unos 10 o 12 minutos.

Para terminar, añade ajo, mantequilla y queso. Remueve hasta que todo se funda y quede una masa.

Puedes servirla fría o caliente, como te guste más, frita o a la plancha. En general se puede servir como base o guarnición para otros platos o como entrante.

La polenta sobrante puede guardarse en un recipiente de cristal en frigorífico.

Cómo preparar almíbar en casa fácilmente

El almíbar se utiliza en la cocina básicamente para edulcorar alimentos, sobre todo postres y también para conservar frutas. Se puede decir que no es más que un jarabe conseguido con agua y azúcar, aunque veremos que también puedes añadir algún ingrediente extra según el resultado que quieras conseguir.

¿Cómo se hace el almíbar para postres y demás usos?

Ingredientes:
Azúcar
Agua

Ingredientes opcionales:
Jugo de limón
Canela
Semillas de anís

En primer lugar, lo que tienes que hacer es echar en un recipiente una taza de agua a temperatura ambiente. Luego añade como media taza de azúcar y el resto de ingredientes opcionales que quieras: un chorro de limón, la canela y/o las semillas de anís.

Estos ingredientes opcionales que se añaden al agua y al azúcar te darán sabores ligeramente diferentes, así que utilizarlos o no dependen del gusto de cada uno. Puedes hacer pruebas hasta encontrar el sabor que más te guste, pero recuerda que la base de todo para conseguir el almíbar es el agua con el azúcar.

Una vez que tienes mezclados los ingredientes ponlo todo a calentar durante 10 o 15 minutos a medio fuego con cuidado de no remover con cuchara, simplemente deja que se caliente.

Si has aplicado canela y semillas de anís, seguramente tendrás que colar el resultado antes de que se enfríe, porque una vez que la temperatura baja el almíbar se volverá más espeso.

Si quieres conseguir cantidades más grandes solo tienes que recordar la proporción: 1 taza de agua y media de azúcar.

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Cómo preparar merengue italiano

El merengue italiano es un postre ideal para tomar solo o para acompañar a postres y meriendas, además es muy sencillo de preparar en la cocina y no requiere que le eches demasiado tiempo. Veremos aquí los pasos que tienes que dar uno por uno.

Ingredientes:
– Agua
– Azúcar
– Huevos

Preparación:
En primer lugar vamos a preparar algo de almíbar utilizando algunos de los ingredientes que hemos mencionado en el punto anterior. Para ello lo único que tienes que hacer es verter en un cazo una taza de agua y varias cucharadas de azúcar. El azúcar y el agua deben estar más o menos en la misma proporción, por ejemplo media taza y media taza. Si quieres añadir más agua añade también más azúcar para que la proporción se mantenga.

Pon la mezcla en el fuego y espera a que se caliente y entre en ebullición. Una vez que hierva espera unos 10 o 15 minutos.

Una vez que tienes la mezcla preparada y caliente, coge cuatro huevos y separa las claras. En nuestro ejemplo utilizamos 4 huevos, pero siempre puedes mantener una relación de una parte de clara por dos de azúcar. Bátelas un poco para que crezca y se vuelva espumosa. Aquí puedes añadir unas gotas de limón.

Una vez que tienes lista las claras, solo tienes que ir vertiéndolas sobre el agua con azúcar caliente. No lo hagas de golpe, sino poco a poco, ve añadiendo las claras muy despacio mientras vas batiendo el agua, que se forme un hilo mientras cae la clara.

El resultado tiene que tener una textura bastante firme, si no te queda así puedes echarle algo de azúcar impalpable (en polvo) que se pueda espolvorear por encima para darle más consistencia. Al final debe quedarte un merengue que puedes utilizar con tus postres, eso si resistes la tentación de zampártelo directamente con una cuchara.

Beneficios del ajonjolí o sésamo

El ajonjolí o sésamo es uno de esos alimentos que vienen cargados de propiedades saludables que, en la mayoría de las ocasiones, pasan desapercibidas. Puedes encontrarlo en forma de semillas o preparado como un aceite, pero en cualquier caso encontrarás que esconde unas propiedades sanas que vamos a comentar a continuación.

Básicamente, las propiedades del ajonjolí o sésamo pasan por mejorar el estado físico y mental, ayudar con las pérdidas de memoria, la depresión, el insomnio y otros problemas relacionados con lo psicológico gracias a su poder relajante.

Además de eso, también el ajonjolí viene cargado con algunos minerales y vitaminas como calcio y hierro, estos últimos son responsables de la sensación de mejora física y, además, sirven para luchar contra problemas óseos y anemia.

Otra propiedad interesante del ajonjolí o sésamo es su capacidad para reducir los niveles de colesterol gracias a que contiene ácidos grasos como omega 3 y omega 6.

Por si fuera poco, el ajonjolí viene con un alto contenido en fibra, así que puede servirte para mejorar la regulación del flujo intestinal y prevenir algunas enfermedades.

En general, puedes encontrar que se utiliza el ajonjolí o sésamo para:
– Mejorar el estado físico o ayudar a aguantar ejercicio extra.
– Durante exámenes y situaciones que requieran mayor concentración mental.
– Estados depresivos, de irritación, insomnio, depresión, falta de memoria y agotamiento.
– Pérdida del cabello, debilidad ósea, problemas de caries y encías.
– Problemas circulatorios relacionados con el colresterol.
– Irregularidades menstruales
– Incluso también hay quien lo utiliza como afrodisiaco y ayudar a mantener la actividad física que requiere un encuentro sexual.

Como contraindicación, no deberían de consumir ajonjolí o sésamo las personas que sufran diarrea y, obviamente, las personas alergias al sésamo, aunque en este último caso encuentras también un tipo de sésamo purificado que evita que pueda causar alergias.

Ajonjolí o sésamo a lo largo de la Historia

Desde tiempos inmemoriables el sésamo o ajonjolí se ha utilizado tanto como ingrediente para comidas como para fines medicinales.

En la España del siglo XVII ya se utilizada incluso para quitar manchas y cicatrices en la piel, mejorar el estómago, contra el dolor, contra los pitidos en los oídos, asperezas en la garganta, aclaración de la voz entre otras.

En la cocina oriental puedes encontrar múltiples platos tradicionales que utilizan sésamo o ajonjolí como ingrediente.

En la cultura de La India, el sésamo es símbolo de la inmortalidad y se utiliza el ritos religiosos.

Cómo consumir ajonjolí

El ajonjolí puede encontrarse de forma natural como una semilla, pero a la hora de comerlo puedes añadirlo a postres y yogures para hacerlos más saludables.

También puedes encontrar en tiendas pasta de ajonjolí, preparado de manera que puedas untarlo en sandwiches y bocadillos o como acompañamiento en platos de comida.

Igualmente puedes encontrar sal de ajonjolí ideada para darle sabor a los platos que prepares.

Carne de soya

CARNE DE SOYA O CARNE VEGETAL

La saludable Carne de Soya, también llamada carne vegetal, al igual que otros sucedáneos cárnicos, es una alternativa saludable a la proteína animal, grasa saturadas y colesterol, presentes en las carnes rojas, salchichas y embutidos. La carne de soya contiene además varios componentes de reconocida actividad anticancerígena.

Propiedades de la carne vegetal

Conocida también por el nombre de «proteína vegetal texturizada» (TPV), la soya, en su forma de carne vegetal, reemplaza completamente a la carne de origen animal; siendo similar en aspecto, pero superior en calidad.

Su origen está en el Poroto de Soya, del cual se ha extraido el Aceite de Soya, obtieniendo una Harina Desgrasada (procesada y secada), de textura esponjosa similar a la de la carne de origen animal, siendo rica en proteína, hierro, calcio, zinc, fibra.

De hecho, a igual cantidad, esta forma de soya contiene el doble de proteínas que la carne animal, cuatro veces las proteínas de los huevos y doce veces las proteínas de la leche.

Posee vitaminas A, E, F y grupo B (tianina, riboflavina y niacina). Contiene minerales como fósforo, calcio, magnesio, hierro y cobre, siendo rica en leticina, la cual ayuda asimilación de las vitaminas. Es además muy beneficiosa para prevenir el estreñimiento, gracias a su porcentaje de fibras.

Preparación

Puede utilizarse en diversas recetas como salsa bolognesa para espaghetis, lasagna, tacos, pizza, guisos, panqueques, etc. Si no te acostumbras, incluso puedes mezclarla con la de origen animal y así paulatinamente, no percibirás la diferencia.

En su preparación se mezcla 1 taza del producto en 2 tazas de agua agua o caldo y se deja en remojo por unos 10 minutos, después se cuela y se pasa por el chorro de agua apretándola hasta que el agua salga transparente y escurra todo el líquido no absorvido. Luego se deja secar para finalmente incorporarla a diferentes recetas, ya que se puede puede freir, cocer u hornear o condimentar a gusto.

Recetas con carne de soya:

Hamburguesas
Albóndigas
Salchichas
Seviche
Tortas